El Convent de Sant Agustí se fundó en 1598 a partir de una iniciativa municipal y se levantó con la ayuda de donaciones, como la de Rafael Ripollès. Su claustro, de estilo renacentista, destaca por ser una de las obras de la Escola del Camp. Su vida monástica ha sido intermitente y se han sucedido agustinos, jesuitas y claretianos.

Palabras clave: Edad Media, conventos, Escola del Camp, Renacimiento, hospital, siglo XIX.

El primer hospital

En la actual sede del antiguo Convent de Sant Agustí, a finales del siglo XIII se ubicó el primer hospital de La Selva, conocido como la Casa de enfermos. Situado entre la actual portada del patio del convento y el Torrent de Cassans. Pero en 1298, debido a las condiciones precarias en que ésta se encontraba, se edificó un nuevo hospital cerca de la Casa de Malalts (enfermos) que se conocería como el Hospital de Pobres.

El convento

La fundación del Convent de Sant Agustí, en 1598, fue una iniciativa promovida por el gobierno municipal en el contexto de una Europa católica que adoptaba las tesis de la contrarreforma. El convento, así como la iglesia de Sant Andreu, son obras de la Escola del Camp, un grupo de artistas y clérigos que promovía el humanismo renacentista y las tesis contrarreformistas del Concilio de Trento (1545-1563).

Rafael Ripollès, mecenas del convento

Los costes de la construcción del Convent de Sant Agustí fueron muy elevados y la comunidad de monjes no pudo cubrirlos. Hasta tal punto que el edificio tuvo que construirse a partir de donaciones. Una de las más importantes fue la de Rafael Ripollès (1575-1635), un rico mercader de La Selva que en la década de 1600 había sido su alcalde y durante la de 1620 había alcanzado el cargo de gobernador de Tarragona. En reconocimiento a su apoyo, el abad del convento mandó colocar el escudo de Ripollès presidiendo la entrada del edificio.

Las comunidades religiosas del Convent de Sant Agustí

La vida monástica del convento estuvo protagonizada por diferentes órdenes religiosas. La primera de ellas fue la de los frailes agustinos, que regentaron el convento desde su fundación, en 1598, hasta la revuelta anticlerical que se inició en Reus el 22 de julio de 1835. Les sucedieron, unos años más tarde, la Compañía de Jesús (1850-1854), que abandonó el convento a raíz de la Vicalvarada, en 1854. Después de un corto periodo de cuatro años, en el que se estableció en el centro un noviciado (1860-1864), entraron a vivir los padres claretianos (1864-1936). La vida de la comunidad claretiana en La Selva se vio afectada por dos sucesos revolucionarios que les obligaron a abandonar el convento: el primero fue el pronunciamiento del general Prim, en 1868, y más tarde, la revolución de julio de 1936. Después de la Guerra Civil (1936-1939) los padres claretianos ya no regresaron, y el arzobispado, en 1945, se hizo cargo del convento para convertirlo en una casa de ejercicios espirituales.